Cosmovisión Épica
Los orígenes de la literatura española (propiamente castellana), son vagos e imprecisos. Si partimos de la idea de que no llegó a escribirse sino probablemente en los siglos IX o X, y estas obras se fijan con el nacimiento de las primeras obras literarias en romance (estas primeras obras escritas en romance debieron ser, como ocurrieron con otras literaturas, de carácter épico y en verso). Pero vayamos desarrollando por pasos.
Origen del Romance
No se posee ninguna obra escrita correspondiente a este primer periodo del romance: “Tal periodo habría de colocarse en el siglo X, y todas las obras que han llegado a nosotros a una época posterior”[1].
El idioma que empezó a hablarse en Castilla en estos oscuros orígenes se llamó romance,, voz que proviene de Roma, de la expresión hablar a la romana.
Hubo 2 tipos de romances:
1- El romance Popular, desde el siglo VIII, del cual no queda ningún registro.
2- El romance Literario, que aparece en el siglo XII, con la primera obra escrita en esta lengua, el Poema del Mío Cid (o Cantar del Mío Cid).
En España, hasta el siglo X, solo se escribió en latín, el bajo latín de los eruditos, pero ya con muchas expresiones romanceadas, como se pueden observar en documentos de ese siglo. Antes de ese latín romanceado y escrito, existió el hablado.
Las primeras obras de las letras hispánicas no han llegado hasta nosotros, lo que dificulta el estudio de este periodo. Solo contamos con un poema perteneciente al siglo XII, el Cantar del Mío Cid, de extraordinario valor, no solo por ser la primera obra literaria española, sino por ser una de las joyas más puras de toda la literatura medieval, tanto española como extranjera. Algunas otras obras posteriores posiblemente del mismo género como el fragmento de un cantar sobre Roscenvalles, del siglo XIII y el Cantar de Rodrigo, del siglo XIV, es lo único que queda de la producción primitiva española.
La Epopeya surgiría así en España contemporáneamente con los mismos héroes que en ellas se cantan. El Cid, el conde Fernán Gonzales, los Infantes de Lara, inspiran a los anónimos autores de las primitivas gestas heroicas y sus épicas hazañas conmueven hondamente a través de todas las capas sociales, del Rey al Labriego, al pueblo español. De ahí su carácter realista y la precisión histórica que es un rasgo característico de las gestas españolas, por oposición a las francesas, las que se han escrito mucho tiempo después de la muerte de sus héroes. Se apartan de la verdad histórica para dar paso a la fantasía y la leyenda.
La epopeya española surgió, por consiguiente, en medio de la Reconquista, en momentos de gran exaltación del sentimiento heroico y nacional.
Características de las primitivas gestas castellanas
El repertorio de los Juglares[2] estaba formado por las gestas o cantares de gesta (gesta, del Latín, “hazaña”). Estas eran largas narraciones en verso, en las cuales se contaban hazañas de los héroes nacionales. Poseían estas características:
A-Eran populares: Obras anónimas, pero sin dudas escritas por letrados o personas con cultura literaria, nacían en el pueblo –con todos los elementos vivos del mismo- e iban dirigidos a todas las clases sociales, al pueblo mismo.
B-Tenían fondo histórico: El tema de los primitivos poemas castellanos es siempre histórico. En esta época, no hay historia propiamente dicha, y solo recogen los hechos de armas y las hazañas que encienden el sentimiento nacional de los castellanos, en los poemas de gesta, verdaderos anales de esos tiempos (de aquí partirán las primeras crónicas históricas de la península). Estos poemas se diferencian en este aspecto de los franceses, en los cual predominan lo fantástico sobre lo histórico. De ahí que en ellos – según Menéndez Pidal[3]- “los juglares cantan con sus instrumentos y ademanes no solo para recreo, sino para la información de los oyentes (ad recreationem et forte ad informationem), rasgo éste que distingue la gesta española de las demás gestas medievales.”
C-Eran realistas, como se vio en el ítem anterior.
D-Se transmitían oralmente: Se singularizan también estas canciones de gesta por su carácter evolutivo, pues ellas han sufrido modificaciones y ampliaciones a medida que pasaban los años y se difundían en el pueblo.
E-Su carácter nacional: Antes del siglo XII, la épica castellana no se resiente de la influencia alguna. A partir de dicho siglo, se nota en ella la influencia de la épica francesa, cosa que se puede explicar, ya que en los primeros siglos de la Edad Media eran frecuentes las peregrinaciones hasta Santiago de Compostela, en honor al apóstol Santiago, las que sguian el llamado “camino francés·
F-Versificación: Las canciones de gesta presentan una métrica muy irregular. Predominan los versos de catorce (alejandrinos) o dieciséis silabas, pero también los hay de otras medidas. En la acentuación, son así mismo, irregulares.
G-Los autores: Desconocemos los nombres de los autores de las canciones de gestas. Lo mismo que ocurre con otros primitivos géneros: teatro, novela, etc. Menéndez Pidal llama Juglares a los autores de las primitivas gestas. Debido a las características anteriores vistas, y también a que en esa época, no existía como ahora el concepto de autor, ya que se consideraba (según el pensamiento medieval) que el único autor de todo era “Dios”, y los hombres, simples vehículos de sus mensajes.
[1]
Fitzmaurice-Kelly,
Historia de la literatura española, Madrid, 1926
[2] Tema que será tratado en clase, al
igual que la figura del Trovador
[3]
Extraído del manual para cuarto año de Fermín Estrella Gutiérrez “Literatura
española con antología, Editorial Kapeluz, Buenos Aires, Argentina, 1984.
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