Cuenta la leyenda que hace muchos años la directora de un prestigioso colegio de la zona de Monte Grande en una revisión rutinaria de las instalaciones de la escuela, encontró el cadáver de la señora de la limpieza tirado en el baño en un gran charco de sangre. Tenía la ropa llena de sangre y su cuerpo de profundas heridas. Su cara estaba absolutamente demacrada y aplastada.
Aterrada, llamó a la Policía y estos se llevaron el cadáver, al parecer había muerto tras varias horas de crueles torturas.
Nunca se descubrió al culpable y la memoria de lo sucedido fue pasando de generación en generación de estudiantes, que contaban la historia entre burlas y sin darle la mayor importancia.
Actualmente se dice que, si te encierras a solas en el baño, puedes sentir como la mujer toca la puerta… Si cometes el error de abrirle, su espíritu atormentado entrará y te torturará del mismo modo que lo hicieron con ella.
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