«— Sr. Holmes, pero me parece que todos los detectives de realidad o de ficción no serían más que niños en sus manos. Esa es su línea de trabajo, señor, y puede creer en la palabra de un hombre que ha visto algo de mundo».
— Y esa recomendación, con la exagerada estimación de mis facultades que la precedió, fue, puede creerme, Watson, lo primero que me permitió ver que una profesión podía surgir de lo que hasta entonces yo veía como una mera afición.
La corbeta Gloria Scott.
De nombre William Sherlock Scott Holmes, nació un 6 de Enero de 1854, en lugar desconocido. Descendiente de terratenientes; nieto de una hermana del artista francés Emile Jean Horace Vernet. Holmes no presentó a Watson más que un hermano, de nombre Mycroft, siete años mayor. Este hermano ocupaba un lugar muy importante en el gobierno y residía en el Club Diógenes de Londres. El detective no mencionó ningún otro miembro de su familia en las aventuras. No se casó ni tuvo ningún descendiente.
Parece ser que Sherlock estudió en la universidad de Oxford, pero en ningún caso en Cambridge. Tras graduarse, se trasladó a vivir cerca del Museo Británico, en Montague Street, donde estudió lo necesario para poder desarrollar su carrera posterior. La idea de establecerse como detective le vino de su etapa de estudiante, dado que hasta entonces sólo había visto la observación y la deducción como un mero pasatiempo. Así, se convierte en el primer Detective Asesor Privado del mundo.
En 1881 conoció al Doctor John H. Watson en el Hospital St. Bartholomew, de Londres, con quien alquiló unas habitaciones en el 221b de Baker Street, hasta su retirada de la vida profesional, tras 23 años de servicio activo, en 1904.
Carácter y Constitución:
Sherlock Holmes era una persona de carácter dual: “Nada le agotaba cuando tenía que trabajar, pero le daban ataques una y otra vez y podía pasarse días en el sofá del salón sin apenas pronunciar una palabra o mover un músculo, de la mañana a la noche”. Durante estos cambios de humor alternaba “la cocaína y la ambición, la somnolencia de la droga y la fuerte energía propia de su naturaleza entusiasta”. Luego le entraba una depresión aun mas profunda como reacción a los narcóticos, de la que sólo se le podía rescatar gracias a un caso. Además, es una persona agitada e impaciente, nerviosa y excitada, con una naturaleza curiosa y codiciosa que daba cierta importancia al orgullo, a la reputación, al respeto de sí mismo y a un determinado egoísmo.
No se encuentra entre la gente que coloca la modestia entre las virtudes. Para el lógico, las cosas son lo que son, y subestimarse es, tanto como sobrestimarse, una alteración de la realidad. “Lo que se hace en este mundo importa poco. La cuestión es lo que se puede hacer creer que se ha hecho." Aunque deja el crédito de sus asuntos a la policía, le irrita la falta de reconocimiento. Se guarda siempre la posibilidad de actuar solo ya que la ayuda que encuentra exteriormente es o poco importante, o pobre, y se interesa por un asunto para ayudar a la Justicia y al trabajo de la policía. Aún así, tiene a veces tendencia a hacer su propia justicia y apaciguar una venganza personal. Unas o dos veces, reconoce, en su carrera, sintió que había cometido más mal descubriendo al criminal, que lo que había hecho él por su crimen. No duda en utilizar métodos ilegales para una causa justa según él y a menudo se imagina que podría ser un criminal muy eficaz si utilizara sus cualidades contra la ley, con lo que Scotland Yarda está bien de acuerdo.
Por el contrario, le gustan las atenciones, la admiración y los aplausos. Su naturaleza fría, que no se preocupa de la gloria a los ojos del vulgar, se ve afectada por las alabanzas de un amigo. Le gusta impresionar a sus clientes por la muestra de sus facultades y sorprender al que lo rodea. Como un artista, está en representación.
El mismo Holmes se describe como un individuo muy poco sociable. Aparte de Watson, declara no tener amigos y no anima a los visitantes. Muestra una reticencia a establecer nuevas amistades y prefiere vivir en la soledad y el aislamiento. Pero en su actitud ante las mujeres y al amor en las que es especialmente notable. Siente aversión por el sexo débil. Acepta la hospitalidad de un amigo de Watson en cuanto se entera de que es soltero. "Nunca se puede confiar completamente en las mojeres; ni siquiera en la mejor de ellas." "Tengo demasiada experiencia para no saber que la intuición de una mujer puede resultar mucho más válida que las conclusiones de un razonador que procede por análisis”. “Aprecio mucho el instinto femenino”, pero en los dos casos, va dirigido a mujeres en luto. En cambio, cuando quiere, utiliza maneras muy dulces con las mujeres y rápidamente se gana su confianza. Finalmente, la última palabra sobre este tema la tiene Holmes cuando declara, en la primavera de 1897, que nunca ha amado.
En cuanto a su constitución, Sherlock Holmes es más bien alto, delgado; de cara estrecha, frente amplia, pelo negro, cejas oscuras y gruesas. Tiene una nariz delgada, como de halcón; labios finos, firmes; voz rápida, alta, estridente. Ojos grises, penetrantes, que siempre adoptaban una “perspectiva introspectiva, de ver más allá”. Medía 1,80 m, pero Watson decía que parecía aún mayor.
Rara vez consideraba el ejercicio por si mismo, pero estaba siempre “entrenándose”. Era un buen corredor; poseedor de una fuerza que resultaba difícil de creer. “Tengo una fuerza excepcional en los dedos”; y también una complexión de hierro, pocos hombres eran capaces de un esfuerzo muscular mayor. “Poseía una combinación de sentidos anormalmente aguda y una extraordinaria delicadeza de tacto”. En su retiro, algo afectado por brotes puntuales de reumatismo, empezó a nadar, sin embargo, poco o nulo conocimiento de deportes amateur. Baritsu (autodefensa japonesa); experto en boxeo; excelente espadachín; disfrutaba de la pesca en los deltas y estuarios cerca de Donnithorpe; conocedor de los clubes de golf; experto en esgrima de bastón.
Tenía hábitos “frugales”, “siempre rozando la austeridad”. “La inactividad me agota completamente”, aunque a veces pasaba días enteros en la cama. “Aprecio gatuno al aseo personal” con una primura en el vestir. Normalmente vestido con tweeds convencionales o levita, a veces se ponía un Ulster; llevaba bata en sus habitaciones. En el campo se ponía una “capa larga y gris para viajar” con un “gorro de viaje” con solapas y un cierre. Solía levantarse tarde “para aquellas ocasiones no poco frecuentes en que se quedaba despierto toda la noche”, en las que empezaba temprano en un caso, enérgico e inagotable, pasando días o incluso semanas sin descanso. La dieta, escasa en el mejor de los casos, se abandonaba cuando trabajaba. “Soy un cerebro, Watson. El resto es un mero apéndice”. El estado de salud “no era un asunto en el que se tomara el más mínimo interés.” Constitución enjuta y de hierro; sufrió un ataque debido a la postración nerviosa en primavera de 1887; se le ordenó descanso absoluto en marzo de 1897 debido al “constante trabajo duro y exigente, agravado, quizás, por sus propias indiscreciones ocasionales”.
Es un Bohemio. Practica el tiro al blanco con su revólver en su salón. Le horroriza el hecho de destruir documentos. Guarda sus puros en un cubo con carbón, su tabaco en el fondo de una babucha persa y su correspondencia sin responder bajo la cuchilla de una navaja de muelle clavada en medio del estante de la chimenea. Su increíble falta de cuidados, su predilección por la música a horas en que uno está durmiendo, sus experiencias científicas tan extrañas como apestosas, el ambiente de violencia y peligro que la rodea hacen de él el peor de los arrendatarios de Londres.
Cabe destacar la habilidad de Holmes para el disfraz: su expresión, su paso, su propia alma parecen modificarse a cada nuevo papel. Posee al menos cinco refugios en Londres donde puede maquillarse y transformarse a su manera. Entre los disfraces citados por Watson hay: un vulgar vagabundo, un hombre conocido en el East End bajo el nombre de Capitán Basil, un joven fontanero llamado Scott, un viejo bibliófilo arqueado, un digno sacerdote italiano, un obrero francés mal afeitado, un parado o un viejo “sporting man”, una zanfoña mujer, un mozo de cuadra borracho, un clérigo no conformista, un marinero, un viejo oficial de marina asmático, un viejo fumador de opio y finalmente el espía americano irlandés Altamont.
Entre sus aficiones se encuentra el arte – pasa mucho tiempo en las galerías de cuadros de Bond Street; “el arte en la sangre puede adoptar las formas más extrañas”. Se interesó por la miel de las abejas y granjas de miel en los South Downs. Estudió sobre el budismo de Ceilán (Hinayana)”. También interesado en el lenguaje de Cornualles, sobre el cual concibió la idea de que está vinculado al chaldeano, y que había derivado de comerciantes fenicios de estaño. Pasó algunas semanas en una gran ciudad universitaria realizando laboriosas investigaciones sobre cartas inglesas antiguas que, se dijo, llevó a sorprendentes resultados. Interesado en el estudio de motetes polifónicos de Orlando Lasso. Profundo y continuado interés en la Edad Media, realizando estudios especiales de las Representaciones de Milagros, un Palimpsesto del siglo XIV, cartas inglesas antiguas, cerámica medieval, música medieval (especialmente Lasso).
Publicaciones:
Sherlock Holmes es autor de varias monografías, todas sobre temas técnicos. Francois le Villard tradujo algunas de sus obras al francés. Entre esas obras destacan:
Conocimientos Profesionales:
Según el análisis que realiza Watson en Estudio en Escarlata:
Además, su habilidad para el disfraz. “La primera cualidad de un investigador criminal debería ser poder ver a través de un disfraz”. Posee conocimientos sobre perros, tipos de imprenta de periódicos, perfumes, llantas de bicicleta y nombres y marcas de las principales marcas mundiales de pistolas. Además, sabe sobre la máquina de escribir y su relación con el crimen. Tiene en su mente un conocimiento exacto de Londres.
Comenzó su carrera de detective a los 24 años, en 1878. Pero fue en 1882 cuando se asoció con el Doctor Watson para trabajar. Sólo entre 1878 y 1889 investigó unos 500 casos de "importancia capital". Hasta 1891 se dedicó a desenmascarar la organización criminal del Profesor James Moriarty, y que acabó con la muerte de éste último. En 1894, tras tres años sin ejercer, vuelve al servicio, recibiendo la Legión de Honor ese mismo año por el arresto de Huret, el asesino del bulevar en París.
Entre 1894 y 1901 llevó cientos de casos. Es en esta época cuando Watson logró quitar a Holmes de su adicción a la cocaína. En Junio de 1902 rehusó ser nombrado caballero.
Entre 1903 y 1904 empezó su retiro solitario en un pueblo de la costa de Sussex con vistas al Canal de la Mancha, revisando los registros de casos y destruyendo aquellos que pudieran comprometer a clientes de la alta sociedad. “La proximidad de la guerra de Alemania, sin embargo, hizo que pusiera su sorprendente combinación de habilidades prácticas e intelectuales al servicio del gobierno” ofreciendo mucha información falsa a los alemanes y logrando el arresto del espía prusiano Von Bork.
Sherlock Holmes ha sido vencido más a menudo de lo que los lectores piensan. "He sido vencido 4 veces: tres por hombres, y una vez por una mujer".
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sábado, 3 de mayo de 2014
Biografia de Ficcion: Sherlock Holmes
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